Patriots se consolidan y mandan mensaje rumbo a playoffs

Por Juan Pablo Ojeda

 

Los Patriots volvieron a demostrar que lo suyo ya no es casualidad, sino una tendencia que huele fuerte a postemporada. Con la victoria 27-14 sobre los Jets en el Thursday Night Football, Nueva Inglaterra amarró su noveno triunfo del año —y octavo al hilo— para colocarse, al menos por una semana, como el mejor equipo de la Conferencia Americana. No es poca cosa para un proyecto que apenas está en su primera temporada bajo Mike Vrabel.

El nombre de la noche fue el novato TreVeyon Henderson, que se convirtió en el motor absoluto del ataque ante la ausencia prolongada de Rhamondre Stevenson. Henderson metió dos touchdowns por tierra y uno más por aire, acabando con 62 yardas en 19 acarreos. Nada mal para alguien que está llegando a la liga y que, de paso, igualó la marca que había conseguido apenas el juego anterior contra Tampa Bay. Si buscaban señales de que los Patriots están renovando su identidad ofensiva, aquí está una.

Pero si hablamos de constancia, el mariscal Drake Maye sigue construyendo su candidatura al MVP con una estabilidad que ya empieza a imponer respeto. Completó 25 de 34 pases para 281 yardas y un touchdown, números que lo mantienen entre los más productivos de la NFL. Con 2,836 yardas, 20 anotaciones y solo cinco intercepciones, su curva de crecimiento va directo hacia lo que Nueva Inglaterra buscó desde que se fue Tom Brady: un líder fiable que levante al equipo.

La conexión con Stefon Diggs, por cierto, ya es una garantía. El receptor volvió a tener una noche de más de 100 yardas —su tercera de la temporada— con nueve recepciones para 105. Si algo necesitaba Maye para despegar, era un receptor veterano que entendiera el juego grande, y Diggs lo está cumpliendo al pie de la letra.

Del otro lado del balón, la defensa de los Patriots volvió a ser protagonista. Justin Fields intentó mantener a los Jets en la pelea con un touchdown por tierra y otro por aire, pero también entregó un balón clave que terminó de matar cualquier esperanza. La ofensiva neoyorquina simplemente no pudo sostener ritmo: cinco despejes en nueve series, dos entregas y solo dos anotaciones describen bien la frustración.

Con marca de 9-2, Nueva Inglaterra igualó su mejor arranque desde 2019, la última temporada de Tom Brady en el equipo. Además, el 3-0 dentro de la AFC Este habla de un dominio divisional que no se veía desde ese mismo año. Los Patriots no solo están ganando: están recuperando una identidad que parecía perdida.

Aún falta ver qué pasa con el resto de la jornada, pero de momento los de Vrabel tienen el mejor récord de la NFL y la tranquilidad de llegar a su semana de descanso con ventaja en la pelea por la cima. Después de años complicados, Nueva Inglaterra vuelve a sonar como contendiente real. Y esta vez, sin depender del pasado, sino construyendo un futuro propio.

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