Por Juan Pablo Ojeda
Aaron Rodgers volvió a encender la conversación pública —y no solo en la NFL— al presentarse a entrenar con la muñeca izquierda rota y sujeta a un cabestrillo, apenas unos días después del golpe que lo dejó fuera en el triunfo 34-12 sobre Cincinnati. El veterano mariscal de 41 años, hoy figura de los Pittsburgh Steelers, realizó práctica limitada este viernes, abriendo la puerta para que pueda jugar el domingo contra Chicago en la Semana 12.
El entrenador Mike Tomlin aseguró que Rodgers no mostró mayores complicaciones, aunque mantuvo la cautela al señalar que el quarterback sigue “en duda” mientras el equipo busca apenas su segunda victoria histórica en Chicago, una plaza donde los Steelers han batallado por décadas.
Más allá de lo deportivo, el caso ha generado debate dentro y fuera del vestidor: ¿hasta qué punto conviene arriesgar a una pieza central del equipo cuando no está al 100%? Tomlin y el propio Rodgers han insistido esta semana en que la decisión final dependerá de su capacidad para protegerse en el campo, una preocupación clave considerando su historial de golpes y capturas: es el quarterback más capturado en la historia de la NFL.
Si Rodgers no juega, Mason Rudolph tomará el mando. El suplente llega con buenas credenciales: está invicto en sus últimos tres partidos como titular y tuvo una actuación sólida al entrar por Rodgers la semana pasada. Para Tomlin, la disyuntiva entre un titular limitado y un suplente confiable es parte del “ciclo natural” de decisiones estratégicas en esta etapa de la temporada.
El caso también ha llamado la atención por la resistencia física de Rodgers, quien ya tiene un largo historial de lesiones importantes: dos clavículas rotas en 2013 y 2017, y el desgarro del tendón de Aquiles que prácticamente lo dejó sin temporada en 2023. Aun así, su durabilidad ha sido notable en una carrera de 21 años que incluye cuatro MVP y un Super Bowl. Y, sobre todo, una hegemonía casi personal contra Chicago, a quienes ha dominado 24 veces con apenas cinco derrotas.
El novato Will Howard, quien también viene de su propio proceso de recuperación, resumió lo que se respira dentro del equipo: “Que esté ahí afuera pasando repeticiones dice mucho de su tolerancia al dolor”. En otras palabras, Rodgers sigue marcando ritmo y ejemplo, incluso lesionado.
