CDMX a 14 de julio, 2025.- La presidenta Claudia Sheinbaum se encuentra en medio de una nueva controversia que vuelve a colocar el nombre de Andrés Manuel López Obrador en la mira, esta vez en un contexto de acusaciones sobre presuntos vínculos con el narcotráfico.
Todo comenzó tras una dura crítica al gobierno de Estados Unidos por su acuerdo con Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo” y figura clave del Cártel de Sinaloa. Sheinbaum cuestionó que se negociara con alguien considerado terrorista por Washington, sin coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR).
Pero la respuesta no tardó. Jeffrey Lichtman, abogado de Guzmán, acusó públicamente a Sheinbaum de actuar como “relacionista pública del narco” y la comparó con casos como el del general Salvador Cienfuegos. La presidenta no se quedó callada y anunció que interpondrá una demanda por difamación.
“No voy a permitir declaraciones irrespetuosas de alguien que defiende a un narcotraficante”, señaló en rueda de prensa.
Loret de Mola entra al debate: ¿una presidenta cómplice?
Las declaraciones encendieron las redes y el debate político. Carlos Loret de Mola, en su columna “La Pi-Ar”, fue más allá y señaló que aunque Sheinbaum no encabeza una “narcopresidencia”, su decisión de no deslindarse de López Obrador la convierte en cómplice del legado del “abrazos no balazos”.
Según el periodista, el gobierno actual intenta mantener una línea más firme contra el crimen organizado, pero la lealtad política a AMLO impide romper con el pasado.
“Tiene el compromiso político de cubrirle la espalda a López Obrador. Y ahí se vuelve cómplice de un narcogobierno”, escribió Loret.
¿Y si Sheinbaum se deslindara?
Loret plantea que un verdadero quiebre con el pasado ayudaría a México a mejorar su imagen ante el gobierno de Estados Unidos y desactivaría las amenazas de Donald Trump, quien ha insistido en imponer aranceles por la supuesta pasividad de México ante el tráfico de fentanilo.
También se neutralizarían las críticas de republicanos como Marco Rubio, Kristi Noem y Pam Bondi, quienes han usado el tema para golpear diplomáticamente a México.
Pero para Loret, Sheinbaum no está dispuesta a dar ese paso:
“Prefiere abrocharse el gafete de Pi-Ar del narco… que tomar la mínima distancia de López Obrador”.
La foto incómoda en Sinaloa
Para cerrar el análisis, el periodista también cuestionó el contexto en el que Sheinbaum criticó a Lichtman: desde Sinaloa y junto al gobernador Rubén Rocha Moya, a quien señala como representante de los supuestos pactos con el narco.
El mensaje, según Loret, fue claro: no hay ruptura con el pasado. “El blindaje a AMLO es prioridad”, concluye.
Hasta ahora, Sheinbaum no ha dado más declaraciones sobre el tema, salvo confirmar que la Consejería Jurídica ya prepara la demanda contra el abogado de Ovidio Guzmán.