Monreal impulsa a jóvenes rumbo al Congreso

Por Bruno Cortés

 

Ricardo Monreal, uno de los personajes más influyentes dentro de Morena y actual presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, dejó por un momento los debates y negociaciones del Congreso para convivir con estudiantes. Inauguró el 4° Modelo Parlamentario Universitario de la Universidad Autónoma del Estado de México, campus Amecameca, con una idea muy clara: que la política no se quede en los libros, sino que se entienda, se cuestione y se viva desde las aulas.

A poco más de 120 jóvenes les dijo sin rodeos que, durante este ejercicio, conocerán de primera mano lo que hacen los legisladores: cómo se arman las leyes, cómo se discuten, por qué a veces todo tarda tanto y qué responsabilidad carga un diputado cada vez que levanta la mano en el Pleno. No se trató de un discurso político común, sino de una invitación directa a entender que el Congreso no es solo pleitos entre partidos, sino un espacio donde se representan intereses de todo un país.

Monreal explicó que este modelo parlamentario es como un “curso exprés” para entrar al mundo del Poder Legislativo. Que sepan —dijo— qué es ser legislador, qué representan, a quién le rinden cuentas y por qué su trabajo impacta la vida diaria de millones. Pero también lo llevó a un terreno más personal: afirmó que los políticos de su generación ya cumplieron su ciclo y es momento de formar nuevos liderazgos, jóvenes que hablen con verdad, que no se avergüencen de sus raíces y que trabajen con congruencia.

Con anécdotas familiares, Monreal recordó sus orígenes campesinos, su llegada a la capital sin contactos ni dinero, y la batalla que significa abrirse un camino en la política sin renunciar a los principios. Y aunque reconoció que la política es dura, desgastante y llena de críticas, también aseguró que no hay mayor satisfacción que servir y poner el bien común por encima del interés personal.

Durante el evento, el diputado tomó protesta a las y los jóvenes que integrarán la Mesa Directiva de este parlamento universitario, con una fórmula simbólica pero contundente: si cumplen con honestidad y lealtad, serán reconocidos; si no, que la juventud se los demande. Después de eso, comenzó la simulación de una sesión real del Congreso: grupos parlamentarios —llamados Blanco, Gris, Amarillo y Verde— discutieron temas como agua de lluvia, combate a la corrupción, protección de culturas indígenas y acciones contra la violencia hacia las mujeres en espacios públicos.

El secretario de Servicios Parlamentarios, Hugo Christian Rosas, remarcó que este tipo de ejercicios son importantes porque la universidad pública es una vía de movilidad social, y el Parlamento, en la vida real, tiene tres responsabilidades clave: hacer leyes, representar al pueblo y exigir cuentas al gobierno.

Más allá de protocolos, lo que se vivió fue un recordatorio de que la política no es exclusiva de quienes ya están en el poder. Se puede aprender, cuestionar e incluso transformar desde una universidad. Y quizá, entre los jóvenes que hoy simulan ser diputados, esté la próxima generación que tome decisiones en el Congreso.

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