Chiapas a 13 de agosto, 2025.- La tranquilidad en Cintalapa, Chiapas, se vio sacudida por un operativo sin precedentes. La Fiscalía General del Estado (FGEC) ordenó seis cateos —incluido uno en la propia Comandancia Municipal— que derivaron en la detención de 59 policías municipales, entre ellos el director Ulber “N”, y cuatro presuntos integrantes del Cártel Chiapas-Guatemala (CCyG).
Operativo de alto impacto
La movilización, coordinada entre autoridades federales y estatales, dejó además aseguramientos que evidencian el nivel de complicidad:
- Armas: una pistola 9 mm y dos AK-47
- Transporte: siete vehículos, una motocicleta y una cuatrimoto
- Un jaguar —sí, se confiscó un ejemplar de este felino
- Presunta posesión de drogas: ligados a narcomenudeo y comercio de metanfetamina y marihuana.
Los arrestos incluyen a Fabiana “N” (venezolana), Andrés “N”, Daniel “N” y Maximiliano “N”, todos ligados al narcotráfico o narcomenudeo.
Contexto tenso en la región
Esta acción no es un hecho aislado. En los últimos meses, operativos en Cintalapa y Jiquipilas desmantelaron células del CCyG, incluyendo a líderes como Ataulfo “N” y Marco “N” (“La Tlacuacha”), vinculados a extorsiones, homicidios y desapariciones.
Los dispositivos clandestinos y el control narco sobre territorio se hicieron evidentes, incluso con la existencia de un centro de monitoreo ilegal que vigilaba movimientos policiales en tiempo real.
¿Impunidad o castigo real?
La FGEC reiteró su política de “Cero Corrupción y Cero Impunidad”. Todos los detenidos ya están ante el Ministerio Público, donde se definirá su situación jurídica.
¿Qué sigue para Cintalapa?
El operativo deja mucho por investigar: desde el control del crimen en el municipio hasta posibles redes de protección dentro del gobierno local. Ante esto, la exigencia social es clara: transparencia, justicia y reinvención del sistema de seguridad.
