Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este lunes una nueva advertencia a los controladores aéreos que han faltado a sus labores durante el cierre de Gobierno federal, al asegurar que quienes aleguen enfermedad verán recortados sus salarios, mientras que los que han continuado trabajando recibirán una bonificación de 10 mil dólares.
“¡Todos los controladores aéreos deben volver al trabajo, YA! Quien no lo haga sufrirá una importante reducción de sueldo”, escribió Trump en su red Truth Social, tras un fin de semana marcado por el caos aéreo más severo desde que comenzó la parálisis gubernamental, que ya cumple 41 días.
Según el Departamento de Transporte, el país enfrenta su cuarto día consecutivo de recortes en el tráfico aéreo, con más de 1,600 vuelos cancelados y 3,300 demoras. El secretario Sean Duffy advirtió que “solo se pondrá peor” si no se logra un acuerdo pronto.
El mandatario prometió recompensar a los trabajadores que “no se tomaron ningún día libre por la farsa del cierre demócrata del Gobierno”, reiterando su postura de culpar a la oposición por la prolongada crisis.
“Recomendaré una bonificación de 10 mil dólares por persona por su distinguido servicio a nuestro país”, afirmó Trump, quien también advirtió que los ausentes tendrán “una mancha negativa” en sus expedientes laborales.
El republicano agregó que aquellos que deseen dejar el servicio “pueden hacerlo sin pago ni indemnización”, pues “serán reemplazados por verdaderos patriotas”.
De acuerdo con fuentes sindicales, algunos controladores se vieron obligados a faltar debido a la falta de pago, buscando empleos temporales o cuidando de sus familias.
La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció que reducirá hasta un 10% del tráfico aéreo para aliviar la carga de las torres de control, que operan con 3,800 controladores menos de los necesarios.
El presidente de la Asociación Nacional de Controladores Aéreos, Nick Daniels, señaló que el personal ha garantizado el traslado de 7.3 millones de pasajeros durante el fin de semana, pese a la precariedad.
La crisis coincide con la proximidad del Día de Acción de Gracias, una de las fechas más intensas para los viajes en Estados Unidos, lo que podría agravar los retrasos y cancelaciones.
El Senado aprobó una medida temporal para financiar el Gobierno hasta el 30 de enero, y ahora la decisión pasa a la Cámara de Representantes, de mayoría republicana. Sin embargo, la incertidumbre persiste mientras el país se prepara para una de las temporadas aéreas más complicadas en años.
