Un potente terremoto de magnitud 8.8 estremeció la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, activando de inmediato una alerta de tsunami en varios países del Pacífico Norte. El sismo ocurrió a escasa profundidad bajo el lecho marino, lo que elevó significativamente el riesgo de que se generaran olas destructivas. Las autoridades rusas confirmaron que el tsunami ya alcanzó partes de su costa, mientras que Japón, Hawái y la costa oeste de Estados Unidos también activaron sus protocolos de emergencia.
En cuestión de minutos, miles de personas fueron evacuadas en diversas localidades costeras de la región. Las primeras olas ya han tocado las islas Kuriles y el norte de Japón, donde se reportó una altura inicial de 40 centímetros en la isla de Hokkaido. Sin embargo, expertos advirtieron que las primeras olas no siempre son las más peligrosas, por lo que se mantiene la alerta máxima. En Hawái, el mar experimentó retrocesos inusuales, otro indicio claro de la llegada de un tsunami.
En Japón, el recuerdo del devastador tsunami de 2011 —que dejó más de 15 mil muertos y desencadenó una crisis nuclear en Fukushima— resurgió con fuerza. La Agencia Meteorológica Japonesa emitió alertas para varias prefecturas, incluidas regiones cercanas a aquella central nuclear. Se activaron sirenas en ciudades como Sendai y Sapporo, y se suspendieron numerosos servicios ferroviarios a lo largo de la costa. Las autoridades pidieron a la población trasladarse inmediatamente a zonas elevadas.
Aunque la planta nuclear de Fukushima Daiichi no sufrió daños aparentes, se evacuó de forma preventiva a unos 4 mil trabajadores y se aplicaron estrictos protocolos de seguridad. Según los operadores, todos los sistemas de refrigeración y suministro eléctrico están operando con normalidad. No obstante, el temor a una posible fuga radiactiva persiste entre la ciudadanía, todavía marcada por la tragedia de hace más de una década.
Whoahhhhh! Videos showing the shaking from the M8.7 earthquake that hit off the coast of Kamchatka, Russia 😱👀😱 pic.twitter.com/Q5dYAstWil
— Volcaholic 🌋 (@volcaholic1) July 30, 2025
Los tsunamis, explican los especialistas, se producen tras un súbito desplazamiento de las placas tectónicas submarinas, lo que empuja hacia arriba enormes cantidades de agua. Estas olas pueden desplazarse a más de 800 kilómetros por hora en mar abierto y ganar altura al acercarse a tierra firme. Su energía es tan poderosa que incluso olas de menos de un metro pueden arrastrar personas, embarcaciones y vehículos.
Los expertos reiteran que el peligro no solo radica en la altura de las olas, sino también en su fuerza, velocidad y en las corrientes de retorno que arrastran hacia el mar todo a su paso. Por ello, las autoridades de los países del Pacífico han instado a la población a no confiarse tras el impacto de la primera ola y mantenerse alejados de las zonas costeras hasta que se levante oficialmente la alerta.
El sismo de Kamchatka ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad sísmica de la región del Anillo de Fuego del Pacífico, donde convergen algunas de las placas tectónicas más activas del planeta. Mientras tanto, las labores de monitoreo y prevención continúan, en una carrera contrarreloj para salvar vidas.
Drone footage shows the aftermath at the port of Severo-Kurilsk, Russia following the tsunami. pic.twitter.com/ZF3WKiQMA4
— Faytuks Network (@FaytuksNetwork) July 30, 2025