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El Mundial de Futbol 2026 generará una presión inédita sobre el mercado inmobiliario en las ciudades sede de México. Especialistas anticipan incrementos de hasta 40% en rentas de viviendas y locales comerciales, con picos mucho mayores en hospedaje temporal, impulsados por una demanda turística estimada en 5.5 millones de visitantes adicionales.
El Mundial de Futbol 2026, que por primera vez será organizado de manera conjunta por Canadá, Estados Unidos y México, ya empezó a jugarse fuera de la cancha. En apenas 24 horas, la FIFA recibió al menos cinco millones de solicitudes de entradas durante el más reciente sorteo de boletos, una cifra que refleja la enorme expectativa global por el torneo que se disputará en América del Norte.
El Gobierno capitalino proyecta al turismo como eje de transformación y derecho social, con metas históricas de llegada de visitantes.
México vive un momento histórico en turismo y el gobierno federal lo presume con números que, incluso comparados con la era prepandemia, no tienen precedente. La secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez, informó que entre enero y octubre de este año la llegada de visitantes internacionales creció 10.7%, alcanzando 8.3 millones de personas, y superando en 2.3% los niveles previos al Covid-19. La derrama económica también creció: 9.3% más que en 2024, lo que representa más de 2 mil 440 millones de dólares adicionales, y un impresionante 50.3% más que en 2019.
El encuentro internacional se jugará en abril de 2026 y contará con una cancha especial; la capital busca consolidarse como sede incluyente del Mundial.
La Jefa de Gobierno anunció tres modelos de la placa especial rumbo a la Copa del Mundo 2026; costará mil 500 pesos, no implica reemplacamiento y podrá tramitarse desde enero.
La expectativa por ver a Cristiano Ronaldo enfrentar a la Selección Mexicana terminó convertida en frustración digital. La boletera colombiana Fanki, encargada de vender los boletos para el México vs Portugal, colapsó desde temprano, justo cuando miles de aficionados intentaban entrar para la preventa que, inicialmente, debía arrancar a las 9:00 de la mañana.
En la mañanera de este lunes, Claudia Sheinbaum dejó claro que, aunque fue invitada a la inauguración del Mundial 2026, no piensa tomar ese lugar privilegiado. Cuando un reportero le preguntó si reconsideraría su presencia tras lo ocurrido en el sorteo en Washington, la presidenta respondió sin rodeos: “Voy a ver la inauguración aquí con la gente en el Zócalo y voy a dar ese boleto a alguien que no tenga la oportunidad de ir”. Para ella, más que un gesto simbólico, es una forma de refrendar que su estilo de gobierno apuesta por la cercanía con la ciudadanía.
La política tiene de esas escenas donde el guion parece cambiar justo cuando todos creen que ya saben lo que va a pasar. Eso ocurrió este viernes en Washington, donde la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, salió de su primer encuentro con Donald Trump no solo con un apretón de manos cordial, sino con una invitación formal para regresar pronto a la capital estadounidense.
En silencio, pero con enorme relevancia estratégica, México y Estados Unidos llevaron a cabo un entrenamiento militar conjunto orientado a reforzar la seguridad regional rumbo al Mundial 2026, un evento que atraerá millones de visitantes a Norteamérica. Elementos de la Armada, Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, junto con personal del Comando Norte de EE.UU., participaron en este ejercicio de alto nivel centrado en el manejo del Sistema de Conciencia Ampliada de Dominio (EDA), una plataforma diseñada para anticipar riesgos y detectar amenazas en tiempo real.
